viernes, 18 de diciembre de 2009

Michael Moorcock cumple 70 años ( I )

(Feliz cumpleaños, maestro)

Los sueños de Ariosto son los que hoy nadie sueña… esto llegó a escribir en una ocasión el ultracitado Borges, quien no debía de tener noticia de los libros de un autor de literatura fantástica llamado Michael Moorcock.
El escritor británico (nacido el 18 de Diciembre de 1939) cumple 70 años, dejando tras de sí una estela multicolor, psicodélica, y una obra multifacetada y de difícil definición.
Fue en los años 60 cuando Moorcock se abrió camino en el género de “fantasy” con sus personajes atormentados, habitantes de mundos aventureros y excesivos. Su originalidad estribaba, en gran medida, en el abandono de una inspiración basada en mitos ya establecidos culturalmente, fijados por la historia y que eran recurrentes del género, en especial los mitos nórdicos, confiándose Moorcock para ello a su propia inventiva, su capacidad para describir mundos, naciones, castillos, criaturas, tramas y seres fantásticos. De ahí también su vehemente aversión hacia el autor más prestigioso literariamente dentro de este género: J.R.R. Tolkien. Sin embargo, Robert E. Howard (que sí merece la aprobación de Moorcock aun considerándole superado) adolecía también de esa fijación por el nordicismo que Moorcock abandona. Y a pesar de ello, cierta influencia de las leyendas célticas irlandesas y galesas alcanzó a la segunda trilogía que dedicó al personaje de Corum.

En los inicios de su trayectoria, Michael Moorcock estaba situado en el centro de múltiples confluencias: el mundo más pop imaginable, las bandas de rock británicas de la época (con varias de las cuales colaboró), el Londres de los 60 (el de Blow Up, de Antonioni), los fanzines, la temporal adscripción al anrcosindicalismo, las tareas como editor y animador literario, y por tanto aglutinador de nuevos nombres y responsable de habilitar las posibilidades para su difusión… Fue Moorcock quien lanzó a la fama a su gran amigo el recientemente fallecido J.G. Ballard, siendo por entonces Moorcock redactor de la decisiva revista “New Worlds”, impulsora del movimiento New Wave británico. Esta publicación aspiraba a dignificar definitivamente el género de ciencia-ficción en inglés, incorporando a sus argumentos todos los nuevos recursos y caminos estilísticos de la literatura más moderna. Los tentáculos de Joyce o Beckett podían llegar al fin hasta lejanos planetas o mundos imaginarios.
La carrera literaria de Moorcock ha atravesado diversas fases y ha sido marcada por su carácter prolífico en exceso, el apresuramiento de una escritura espontánea y desbordada en su imaginación, por su éxito de ventas y por su facilidad para diseñar situaciones propias de fantasía oscura así como escenarios y tramas de aventura.
Su obra se articula en torno a ciclos diversos basados en otros tantos personjes que para el autor no son sino las respectivas encarnaciones de un mismo arquetipo: un único héroe, en realidad, llamado “el campeón eterno”, que atraviesa eras, mundos y planos de espacio, condenado a una lucha sin fin. Ni siquiera los bandos en liza quedan definidos. No existe la lucha entre el bien y el mal, sino un tira y afloja eterno entre los principios de la Ley y el Caos, equipados con sus respectivos campeones y cuya propia lucha engendra el mantenimiento del Equilibrio de todo lo existente. La misma victoria de la Ley, o bien del Caos, significaría la extinción de un mundo. Para complicar más las cosas, hay personajes que en ocasiones se ven obligados, aun siendo vasallos del Caos, a luchar contra él con las mismas armas del Caos. Esta es la situación en la que el destino sitúa a veces al personaje más famoso del autor: Elric de Melniboné. Elric, el emperador albino, monarca de una cruel y dominadora nación en decadencia, es un personaje físicamente enfermizo y débil, unido fatalmente en relación simbiótica a su espada vampírica Stormbringer (Tormentosa): un acero negro que se alimenta de las almas de quienes caen bajo su filo y que comunica a su portador la energía vital de las víctimas. En ocasiones, Elric es poseído por la sed de la espada, en especial en medio de la furia del combate, cuando le domina la rabia de los berserker y apenas puede distinguir entre amigos y enemigos.

(Continuará…)




(Edición original de Stormbringer, publicada en español como Portadora de tormentas)



(ilustración para Marinero de los mares del destino, un gran libro para los aficionados al fantasy)





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