miércoles, 31 de marzo de 2010

Monstruo


En estas fotografías puede verse a un habitante de Caesaraugusta a quien he conocido recientemente. Le puse por nombre Gromius. Él aceptó su nombre tras un momento de reflexión, y nos mostró su gratitud iluminando su semblante. La ambarina luz de la última hora diurna se hizo entonces más densa sobre el insólito fruncimiento de su sonrisa, como si una fina veta de sangre se cuajara en ella.
También quiso responder a la imposición de nombre bendiciéndonos a su vez, a mí y a la chica que me acompañaba, a quien sólo tuvo que mirar durante unos segundos para saber que era poetisa. ¿Pero qué son unos segundos para él? Por eso mismo me sorprendió la rapidez de sus deducciones. La señal de su bendición fue mostrarnos las yemas de sus dedos, que nunca llegaron a ser dedos humanos, pero sobre los que sí logró dibujar las huellas dactilares por las que, aparte de todo, nadie buscará reconocerle.
También nos mostró a la criatura a la que ha dejado vivir en el interior de su ojo, aunque no era necesario esto para darnos una pista acerca de su generosidad. Fue mi acompañante quien primero se apercibió que aquel ser redondo y blanco instalado en la agrietada cuenca era un caracol, y no un hongo como yo había creído al primer vistazo.

PRO AETERNA PAGANITATE.


“La entrega a las formas irracionales, barrocas y extravagantes de la naturaleza produce en nosotros un sentimiento de concordancia entre nuestro interior y la voluntad que las ha producido. Nos sentimos tentados a creerlas caprichos nuestros, creaciones propias; vemos vacilar y disolverse la frontera entre nosotros y la naturaleza, y adquirimos conciencia de un estado de ánimo en el que no sabemos si las imágenes en nuestra retina provienen de impresiones exteriores o interiores”.

(Hermann Hesse, Demian, Alianza Editorial El libro de bolsillo, p.130)

(Las huellas dactilares de este ser)

(Habitante en el habitante)


(Gromius)

sábado, 13 de marzo de 2010

Dolan Mor en la Tertulia de la Asociación Aragonesa de Escritores

Se avecina una nueva lectura poética y charla con el poeta en la Biblioteca de Aragón, dentro de la Tertulia de la Asociación Aragonesa de Escritores.

En esta ocasión tenemos como poeta invitado a DOLAN MOR (nacido en Cuba en 1968), autor, entre otros poemarios, de El plagio de Bosternag (2004), Las historias de Jonathan Cover (2005), Seda para tu cuello (2006), Nabokov’s Butterflies (Premio de Poesía Delegación del Gobierno en Aragón, 2007), Los poemas clonados de Anny Bould (Premio Miguel Labordeta de Poesía, 2007), El libro bipolar (Premio Santa Isabel de Portugal, 2008) y La novia de Wittgenstein (Premio Internacional Barcarola de Poesía, 2008).
Disponéos a preguntarle de todo. Ya habéis tenido tiempo de estudiaros La novia de Wittgenstein, recientemente publicado.

Dolan es autor de una amplia “work in progress” en proceso de ramificarse sin cesar. Los frutos que cuelgan de este árbol genealógico en crecimiento son los personajes que crea, heterónimos cautivos en cada uno de sus libros, poetas imaginarios autores de sus propios versos y encerrados en cada volumen como mensaje en botella de náufrago. Son Bosternag, Granivan, Anny Bould o los extraños y groseros ciudadanos de la inexistente Parlitte. Todos están ya muertos cuando el lector adquiere un libro de Dolan, y sólo en sus breves páginas serán ya recordados. Es difícil decir en un artículo de simple información de eventos por qué lo que escribe Dolan es tan importante y animar a su lectura. Dicha lectura no es necesaria únicamente para encontrarse y departir con estos personajes estrambóticos que se dibujan como el jirón del humo de una pipa para luego desvanecerse en la nada, al estilo de ese “pájaro cenicero” que nos describe el autor en Nabokov’s Butterflies (p.51)… lo es también para dejarse mecer y guiar por la corriente de un estilo preciso y equilibrado, un fraseo de una rara pureza. La profundidad descriptiva, la técnica de creación de ambientes con la que nos sumerge en el mundo de sus antihéroes, puede ser ejemplificada con esta visión del cementerio donde yace (pero no reposa) Bosternag:

“Por las calles de polvo pasa un río de piedras
que lleva entre sus aguas fragmentos de la Historia”
(El plagio de Bosternag, p.46)

Pocas veces ha aparecido en mi imaginación lectora, con tal nitidez y perspectiva simbólica, la visión de un camposanto.

O la acertada vivencia, tan nuestra, tan cercana, de

“los bancos que crecían a orillas del canal”
(Nabokov’s Butterflies, p.18)

O bien, en su último libro recién publicado, la siguiente estampa:

“igual que cae el sonido
de la fuente en la nada
en un parque en la calle
así se oye mi voz
en medio de este cuarto
con la luz apagada”
(La novia de Wittgenstein, p.25)

¿Novia de Wittgenstein? La confrontación entre lo masculino y lo femenino, entre personajes macho y hembra, es otra preocupación de Dolan y se hace patente en el libro evocador de mariposas que (nunca) escribió Robert Granivan, en concreto en el poema sobre Paolo y Francesca (Nabokov’s Butterflies, p.19), clásica pareja que aquí no vuela en abrazo eterno, ni juntos leen el Libro de Galahot, segunda parte del Lancelot en prosa, sino que se enfrentan incruenta e irónicamente en un juego de naipes.
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“(…)
Las palabras que uso fueron trajes usados por millones de bocas
(…)
Sin embargo, una cosa en el mundo me conmueve
y no logro atraparla con la red de mis versos:
la certeza en la duda, la duda en la certeza
de saber que ignoramos lo poco que aprendimos
en siglos anteriores, apenas con los ojos mojados
por la luz que miente cada día al señalar
el tiempo y el espacio infinitos, que acaban a lo lejos,
debajo de mi pecho, tan mortal como el tuyo.”
(El plagio de Bosternag, p. 12)

Así reza el primer poema del primer libro publicado de Dolan, el acorde germinal de su obra.
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Fecha: miércoles, 17 de marzo de 2010
Hora:19:30 - 21:00
Lugar:Biblioteca de Aragón (Sala polivalente), c/ Doctor Cerrada
Promueven y coordinan estas tertulias los poetas Emilio Quintanilla Buey y Ángel Sobreviela.